El miércoles 26 de Septiembre, se llevó a cabo el 7º Festival de Músicos con Capacidades Especiales. El espectáculo se desarrolló en las inmediaciones del Teatro Libertador San martín. El final estuvo protagonizado por León Gieco y Pancho Chévez.
Una vez terminado el evento, los organizadores y artistas se reunieron en uno de los salones “privados” del teatro para la entrega de distinciones y disfrutar de un cálido banquete. Cuando el público comenzó a salir, los pasillos detrás del escenario se colmaron de personas ansiosas por comer algún bocadito y tomar alguna bebida refrescante.
Fue así, como el servicio gastronómico puso manos a la obra y agasajó a sus comensales con canapés de salmón y escabeche, acompañados de sandwichitos de miga. En cuanto a la bebida había gaseosas, agua mineral y champagne.
Lo graciosos de todo esto, es que las bebidas sin alcohol no tenían tanta convocatoria como el champagne. Más de un invitado recurrió a la barra en busca de una "copita fina" y se volvió sin nada. Porque claro, ¡todavía no era la hora de brindar!.
Así mismo, Gieco superó su paciencia y mandó a una persona a que le buscara una "copita" y cuando el mozo le dijo que no, inmediatamente le refutó que era para León. De esta forma, se abrió la primer botella y la barra se convirtió en un tsunami de consumidores de champagne.
Una vez terminado el evento, los organizadores y artistas se reunieron en uno de los salones “privados” del teatro para la entrega de distinciones y disfrutar de un cálido banquete. Cuando el público comenzó a salir, los pasillos detrás del escenario se colmaron de personas ansiosas por comer algún bocadito y tomar alguna bebida refrescante.
Fue así, como el servicio gastronómico puso manos a la obra y agasajó a sus comensales con canapés de salmón y escabeche, acompañados de sandwichitos de miga. En cuanto a la bebida había gaseosas, agua mineral y champagne.
Lo graciosos de todo esto, es que las bebidas sin alcohol no tenían tanta convocatoria como el champagne. Más de un invitado recurrió a la barra en busca de una "copita fina" y se volvió sin nada. Porque claro, ¡todavía no era la hora de brindar!.
Así mismo, Gieco superó su paciencia y mandó a una persona a que le buscara una "copita" y cuando el mozo le dijo que no, inmediatamente le refutó que era para León. De esta forma, se abrió la primer botella y la barra se convirtió en un tsunami de consumidores de champagne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario