Una de las personalidades más alucinantes de la época de los `80 y `90 ha dejado el mundo vivido. Recuerdos inolvidables y anécdotas irrepetibles quedarán en los mitos y leyendas de Tío Pujio.
Así es. José “el viejo de la bolsa” Signorini, falleció en estos días, llevándose con él el amor de más de un tiopujense.
¿Qué padre no ha asustado a su hijo con el viejo de la bolsa? ¿Qué niño no se ha quedado inmovilizado cuando veía pasar al gordo que siempre decía algo, pero que nunca se le llegaba a entender a qué remitía?
Historias, miles de historias. Más de un comercio de la localidad tendría para contar los enojos de Signorini cuando no tenían algo para darle. Más de un vecino lo ha escuchado quejarse cada vez que venía su familia, en busca de aseo y una mejor calidad para su vida.
Amaba con locura su lugar, a pesar de la precariedad de su hábitat, no había algo mejor para él. Coqueteaba a mujer bonita que se le arrimaba pero sin ir más allá. Ya que su respeto era una de las características que más se extrañan de sus andanzas y visitas.
El amor por sus seres queridos, se tornaba evidente con cada uno de sus actos. Desde su ternura para con su hermana (excepto cuando llegaba de visita sin previo aviso y modificaba la rutina de su dia) hasta su madre, a quién siempre recordaba en la charla con las vecinas, cuando les pedía una florcita para llevarle al cementerio.
El corazón de una de las personitas que le dieron vida al pueblo, se ha apagado. Pero eso no significa olvido. No significa ignorancia. Más allá de su ausencia física, las historias que tejió con cuotas de simpatía y humildad serán inolvidables para la memoria de Tío Pujio.
Así es. José “el viejo de la bolsa” Signorini, falleció en estos días, llevándose con él el amor de más de un tiopujense.
¿Qué padre no ha asustado a su hijo con el viejo de la bolsa? ¿Qué niño no se ha quedado inmovilizado cuando veía pasar al gordo que siempre decía algo, pero que nunca se le llegaba a entender a qué remitía?
Historias, miles de historias. Más de un comercio de la localidad tendría para contar los enojos de Signorini cuando no tenían algo para darle. Más de un vecino lo ha escuchado quejarse cada vez que venía su familia, en busca de aseo y una mejor calidad para su vida.
Amaba con locura su lugar, a pesar de la precariedad de su hábitat, no había algo mejor para él. Coqueteaba a mujer bonita que se le arrimaba pero sin ir más allá. Ya que su respeto era una de las características que más se extrañan de sus andanzas y visitas.
El amor por sus seres queridos, se tornaba evidente con cada uno de sus actos. Desde su ternura para con su hermana (excepto cuando llegaba de visita sin previo aviso y modificaba la rutina de su dia) hasta su madre, a quién siempre recordaba en la charla con las vecinas, cuando les pedía una florcita para llevarle al cementerio.
El corazón de una de las personitas que le dieron vida al pueblo, se ha apagado. Pero eso no significa olvido. No significa ignorancia. Más allá de su ausencia física, las historias que tejió con cuotas de simpatía y humildad serán inolvidables para la memoria de Tío Pujio.
Desde este humilde lugar, un pequeño homenaje a José “el viejo de la bolsa” Signorini. Te recuerdan todos aquellos a quienes hiciste feliz con tus andanzas y vivencias.
5 comentarios:
Hola! como olvidar ese personje; hacia reir, llorar a los nenes, el unico que decia piroto, el que prendia fuego una goma para espantar a los moquitos, se enojaba si los comercio no les daba algo de comida, por supuesto que hay muchisimas mas anécdotas.
Desde este humilde servidor, digo Adios a un grande, pero siempre va a ser recordado por Tio Pujio.
No pueden dejar de correr lágrimas de emoción y de dolor por la pérdida reciente . Siento ternura al leer este comentario sobre la vida de José a quien todos , no me cabe duda, lo extrañaremos al no verlo más caminar por las calles de Tío Pujio.-
A.C
Y PENSAR QUE CUANDO ME ETERE ME DIO UN ESCALSFRIO!!!! MI VIEJO Y ANTIGUO VECINO DE ENFRENTE..... QUEDARA EN MI MEMORIA Y EN LA DE MI FAMILIA, VERLO CORRER CUANDO NOS VEIA LLEGAR, PARA SABER QUE ERA DE LA BETY (LETY) MI MAMA... Y POR SUPUESTO SACAR EL AGUA Y LLEVARSE LOS ANSIADOS ALFAJORES DE CHOCOLATE ""NEGRO"" POR SUPUESTO... JOSE TE QUEREMOS MUCHO Y QUEDARAS SIEMPRE ENTRE MIS RECUERDOS
yami muy buen trabajo te flicito segui asi a ver si se pega eso de valorar lo que tenemos en nuestro pueblo...
Pablo Moreyra
El apodo con que cariñosamente se lo llamaba al querido José, se lo decía con todo respeto. Quien niega esto es porque no quiere valorar las pequeñas historias de los grandes y queridos personajes de Tío Pujio.
A.C.
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