Pareciera que con la crisis del país y la mundial que según expertos en el tema "aún no llegó a la Argentina", muchas son las prioridades de los ciudadanos. Entre ellas: alimentar a su familia, conseguir un trabajo sustentable para los suyos y sobrevivir a los pasos agobiantes del día a día que atemorizan incesantemente.
Pero más allá de esas preocupaciones, un grupo de gente piensa en las futuras generaciones y en el ambiente natural que nos rodea. Se trata de las asambleas que luchan cotidianamente por un mundo sano y sin contaminación.
Un ejemplo a seguir. Un modelo para copiar, apoyar y adherir. Todos estamos perjudicados. Cada uno de nosotros forma parte de esta cruzada que queriendo o no, nos afecta más de lo que creemos.
Capilla del Monte Despierta, Ongamira Despierta, Traslasierra Despierta y otras tantas localidades ya están trabajando para paralizar la protegida actividad minera.
Mientras que desde la cúpula nacional “desarman los glaciares” para seguir respetando los intereses económicos de empresas internacionales que encima se llevan las ganancias a sus lugares de orígenes, los vecinos autoconvocados de las mencionadas asambleas luchan permanentemente por la salud y bienestar de esas autoridades sordas y totalitarias ¿paradójico no?.
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